lunes, 15 de julio de 2013

Si los mineros fueran paraguayos …

Si los mineros fueran paraguayos … un cuento muy, pero muy hipotético. 

(La génesis de este mamotreto es más o menos así: alguien escribió –cargado de ironía- sobre si “los mineros hubiesen sido paraguayos”. Un diputado reaccionó y escribió un artículo,  valioso e ingenuo, sobre qué hubiéramos hecho los paraguayos ante una tragedia similar a la de los mineros chilenos. Lo recibí por correo electrónico. Me pareció demasiado y le escribí al  remitente: "si los mineros hubieran sido paraguayos estarían todos muertos!!! Déjense de macanas". Me respondió: "tenías que ser exalumno salesiano ca...”. Y esta es mi respuesta).

Ciertamente, lo soy. Y además, cuando le dije a Cristóbal López, Padre Inspector por ese entonces: "lo único que aprendí de los salesianos es ser mariano y pensar en la muerte" (te acordás de los ejercicios de la "buena muerte"). No bien terminé de decirlo, el P. Cristóbal me abrazó fuertemente y me dijo, entusiasmado, "eres todo un éxito pedagógico". Prefiero suponer que tenía un alto sentido del humor y creía realmente lo que decía, a pesar de su talante un poco cínico. (Me aterra pensar que pudiera tener razón).

Ahora a los mineros.
Tengo algunas reflexiones más o menos plausibles, sobre el hipotético hecho.
1. El Presidente (Lugo en ese entonces) habría llamado a una consulta popular, a un "Ñamonguetá guazú", en la que habrían legitimado lo que ya antes había decidido el mandatario y su pequeño círculo de iluminados: llamar a alguien que entienda del tema.


2. Aquí surge una característica principalísima de la "paraguayidad": determinar cuál es el problema. Por definición, se sabe que un problema es tal si tiene dos soluciones posibles. (Si no la tiene, no es un problema sino una invariante). Y entonces, cuál es el problema y cuál su solución?  Estas elucubraciones insumieron una semana.

3. Veamos:
Camilo diría: "Este es un problema derivado de la posesión privada de los medios de producción, es decir, de los dueños, oligarcas de mierda. La solución es que estos distribuyan todos sus bienes a los pobres, con un "overhead" del 20 por ciento, para los luchadores sociales. Y eso soy yo. Después podemos buscar a los mineros y ver si están vivos. Si están muertos, son héroes de la revolución. No importa de cual. Así los recordaremos".  Y voltea graciosamente su cabellera, para acomodarse el jopo, pero como tiene dos –uno a la izquierda y otro a la derecha-  solo uno queda en su lugar. Ud. decide con qué jopo quedarse.

Rafa, con calma monótona, cansina y reiterativa, explicaría: "No abandonamos ninguna hipótesis. Estamos haciendo lo que corresponde institucionalmente, nuestro trabajo es sistemático y responde a un plan. No puedo explayarme en los detalles, pero tenemos un plan. Nuestras fuerzas de élite, altamente entrenadas, han disparado un tiro cada uno de sus integrantes, aunque debo reconocer que ellos mismos compraron la bala que los certifica como especialistas en contrainsurgencia. Estamos trabajando, con esfuerzo y dedicación,  para que con la próxima remesa, sea el Estado quien corra con los gastos de compras de insumos, de las balas. Y procuraremos que, a partir de ahora, el entrenamiento sea más riguroso y disparen dos balas cada uno de ellos. Imagínense. Apresaremos al EPP y los mineros serán rescatados. Cada caso a su tiempo". Acto seguido, ordena el despliegue filmado -para que todo el mundo sepa- de 660 hombres, ventrudos en su mayoría, que siguiendo el plan de operaciones, se ubican a 500 km. de la mina donde están atrapados los mineros (no sea que los necesiten) y a 200 km. del centro de operaciones del EPP (no sea que, por casualidad, los encuentren). Después, según sus allegados, fue a cotejar notas con una diputada. Ese es el plan.

López Perito, reflexionaría con tono criterioso y profesoral : “Si no se compran las tierras de Texiera, se incurrirá en un grave error de apreciación, y ciertamente, esto no va a beneficiar a los mineros. Sobre todo, porque estamos atrasados con la Reforma Agraria y los líderes de los sin tierra, amenazan con invasiones sucesivas, en cadena, a todo lo ancho y largo del país, lo cual indudablemente va a producir interferencias con las tareas de rescate de los mineros. En resumen, el Estado debe comprar esas tierras y con sobre-precio … perdón, su precio es correcto y las tierras no están sobre-evaluadas. Por tanto, compremos las tierras de este gringo y luego rescataremos a los mineros … siempre y cuando alcance el dinero”. Luego se retiró presuroso a su oficina palaciega, porque sufrió un ataque de risa (estridente, persistente y fuera de proporción), se derrumbó en el sillón y permaneció así hasta que apareció su asesor venezolano, quien lo reprendió severamente por su comportamiento poco revolucionario. Como se sabe, estos asesores solo hablan por medio de órdenes y no permiten réplicas. Su modelo comunicacional es unidireccional y está basado en los manuales de procedimientos de los campos de concentración.

4. Finalmente, dieron con un experto que al parecer sabía de qué se trataba (en realidad era un “broker”, pero ellos lo ignoraban). Entró a la Web chilena y les dio una lista de elementos y recursos necesarios para proceder al rescate.  Inmediatamente salió una misión a tramitar su compra. Tuvieron algunas dificultades, porque el Canciller Lacognata perdió el avión. No obstante, y en tiempo record, llegaron las maquinarias y demás elementos. Pero cometieron un error: las dejaron en la Aduana o en Puertos (da lo mismo). Al día siguiente advirtieron algunos faltantes.

5. Ignorando eso, el Presidente Lugo se puso muy contento con las novedades hasta que Efraím (ministro de Obras Públicas a la sazón) , quien posee el extraño talento de dar malas noticias con tono optimista, le informó de unos pocos detalles:
·        La punta perforadora, de aleación especial, no encastraba con el eje que las haría girar para perforar las rocas porque la pieza que las unía había desaparecido; la de repuesto tenía otras dimensiones y no servía.
·        Las instrucciones estaban en ruso antiguo y en caracteres cirílicos, y por supuesto, no había especificaciones en guaraní. De nada servían.
·        Después se supo de una versión en castellano, disponible por un 10 % del valor de los equipos. Está a consideración del equipo económico, y no saben qué hacer porque Borda (ministro de Hacienda por ese tiempo) amenazó con suicidarse si se pagaba un solo guaraní.
·        Los cilindros para encamisar la perforación no eran compatibles, porque unos se medían en pulgadas y otros en centímetros. Eran de distinto material, de diferente grosor y por lo mismo, de resistencia no uniforme. La conversión, que puede hacerse en cualquier celular, fue demasiado para nuestros expertos. Además, hubo un faltante del 30 por ciento, que no se pudo, no se puede y no podrá ser explicado.
·        Se rechazó la oferta chilena de asesoramiento porque no conocen el “ñande rekó nacional”, aunque otros atribuyen a que el pequeño Piñera le dijera al grandulón de Lugo: ¿“Tu tai´ sabiendo lo que debes hacer”?.
·        Los dueños de la mima, empresarios de pura cepa, presentaron demandas al sindicato de mineros por “lucro cesante” y por “asociación ilícita objetivada en bajo desempeño laboral”.
·        Para rematar, las letras de cambio con las que se garantizaba el pago de los equipos, fueron fraguadas, y se inició una demanda internacional por estafa contra el Estado paraguayo. Dicen que el ministro de Justicia está en permanente consulta con un tal “Papo”, y otro personaje vinculado al IPS, quienes fungirían de asesores nacionales.

El Presidente, cabeza gacha, escuchó muy atento el informe y cuando terminó, suspiró hondo, se caló más el kepi y pareció escuchársele alguna oración en latín, algunas palabras en guaraní y otras que tenían cierta similitud con el castellano caribeño. Acto seguido, rodeado por seis guardaespaldas, subió a una de sus camionetas negras y partió raudamente con rumbo desconocido. Alguien creyó escuchar algo así como: “¡A lo Paraguay eté voí!”.

6. Los campamentos: se instalaron varios.

·        Uno rojo, perfectamente organizado, con abundancia de parlantes, cachacas y 4 X 4. Daban la sensación de un todo y sus pancartas decían “si son colorados estarán a salvo”. Los lemas: “fiesta, risa y fondo blanco” y “todo por los mineros”. Y nada hicieron. Les gusta que todo siga igual.

·        Otro azul, dividido en pequeños “feudos”, cuyos ocupantes se afanaban por “marcar territorio” en crear divisiones y sub-divisiones. Lo único que parecía real y común a todos, era una extraña referencia a una entelequia, a la que curiosamente llamaban “Directorio”. También intentan divertirse y ofrecen “canilla libre” y “libertad de expresión”, aunque los vasos son diminutos y los servicios de bebidas está situados a 25 cuadras del campamento. Y cuando alguien quiere hablar, otro “alguien” le grita: “me opongo”. Entonces, el tema central fue “¿por qué me opongo antes de oponerme?

·        El campamento de los familiares no pudo armarse porque no se disponía de la lista completa de mineros, y nadie sabía “quién era quién”. Extrañamente, no aparecieron las esposas o parejas oficiales de los mineros.

·        El campamento de las “amantes” o novias “extras”, tampoco pudo instalarse porque había demasiadas postulantes, no era “manejable” y podría dañar la imagen del país.

·        Los de PQ no pudieron acampar por una cuestión ontológica. Eran los patrones de la mina. Además, no saben convivir con gente sin modales, incapaces de reconocer su superioridad natural.

7. Epílogo feliz (y creíble).
·        Todos los mineros están vivos. El día del derrumbe, sobornaron al capataz de turno y se volvieron a casa, a ejercer el derecho al ocio, además de los laborales.

·        El Presidente no convocó a reunión alguna porque López Perito se lo impidió. Esa noche tenía que cenar con alguien especial.

·        Camilo no dice esas tonterías de sus compañeros liberales o de PQ: son puro invento de la prensa.

·        Rafa no habló en realidad porque si lo hubiera hecho, nos habríamos quedado dormidos de puro aburrimiento.

·        López Perito en rigor no se interesa por las tierras, le importan un bledo y menos aún, los sin-tierra. La cuestión es manejar el poder.

·        Sabido es que Borda no paga un guaraní, si puede evitarlo. No importa lo que sea: la caja es la caja. “Y yo la manejo”.

·        Los empresarios desistieron en su demanda inicial, aunque ahora demandan al Estado por no garantizar las ganancias de la libre empresa.

·        En realidad, las letras de cambio no fueron tramitadas.
·        Tampoco se sabe donde están los equipos. Los papeles están pero no los equipos.

¿Es necesario seguir?
Reconciliémonos. Estamos en el Paraguay. Somos felices … y lo sabemos!!

Saludos
Luis C. Simancas
11/11/10</big>


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