miércoles, 10 de julio de 2013

Érase una vez, un Monseñor…?

Érase una vez, un Monseñor…?

Introducción a modo de catarsis

El líder está preso. Fue secuestrado el 20 de Abril de 2008, en la misma noche de su victoria (antes en realidad, pero me gustan las fechas memorables). Se supone que protegido, pero en realidad maniatado por la extraña corte de mafiosos y bufones que controla los accesos a su persona. Pero, de algún modo, su jaula es traslúcida, con luces intermitentes que inevitablemente lo delatan. El no tiene vida privada, y aunque dice quererla, en verdad no la desea. Solo amaga a ser esquivo, con una enorme y sorprendente agilidad para desaparecer de escena. Pareciera que huye dando enormes zancadas, pero es solo para volver a recrear el escenario, que por definición dura “lo que  un suspiro”. Y volver, una y otra vez, hasta que la magia se rompa, caiga la máscara y aparezca el verdadero rostro de la traición, la mentira y el engaño. (La cuestión de las mujeres y de su paternidad, es otro capítulo)

Es un hombre que escapa de sí  mismo. Reniega de la burguesía pero no de la Harley Davidson, en la cual se pasea en la “intimidad” del patio de Mburuvichá Roga … donde solo hay una docena de fotógrafos que no hacen más que esperarlo. Pero él está en la intimidad. Teme comprometerse, porque no está seguro de nada, excepto de su increíble tendencia a pedir perdón por anticipado, porque sabe que no va a cumplir su palabra.

En el Palacio se mueve con seis guardaespaldas que lo cuidan de la proximidad de su propia gente. Caramba! Si nosotros lo entronamos, no nos debería temer. Pero de algún modo, nos teme porque tiene tanta mentira acumulada y nosotros somos culpables de recordárselo. Nuestra mirada se lo recuerda. (… nosotros somos culpables)

Las miradas

1. Una primera mirada es afirmar su absoluta falta de capacidad para gobernar. No sabe hacerlo. Y su entorno apenas si intuye donde está parado y nada espera de él … y tampoco de ellos mismos. Decía en la carta de los cien días: “en los primeros seis meses un gobierno demuestra lo que es capaz de hacer”, y por complemento, de lo que no es capaz. Por tanto, no es razonable esperar de su gobierno algo más de lo que ahora está o no está haciendo.

Posibles derivaciones:
i) Activación de los pescadores de río revuelto, de izquierda, de derecha, sectores, organizaciones sociales, grupos de poder, grupos de presión, etc.

ii) Esta primera mirada justifica casi cualquier tipo de acción, de las institucionales y de las no institucionales, porque “el país está en peligro”, “nos conduce a la catástrofe”. Es muy peligrosa.

iii) La descalificación pone a actores en el tapete: los liberales (o por lo menos a FF) porque están insertos constitucionalmente en la línea de sucesión; los colorados, que se relamen ante cada torpeza del jefe, y huelen el poder que “naturalmente” les pertenece porque son los únicos que pueden gobernar. No importan los 60 y tantos años de desastres … ese es el discurso. 

2. La segunda mirada: él es el jefe de la banda y sabe muy bien lo que quiere. Tiene un plan y lo cumple rigurosamente. Va desarticulando una a una las instituciones republicanas, poder legislativo, poder judicial, FFAA y la policía, es insanablemente corrupta. El desgobierno es inducido. Va tras la suma del poder político. (El vozarrón fumador es el representante  visible más radicalizado, pero hay muchos más)

Posibles derivaciones:
i) Se tendría la intención de destruir el Sistema de Partidos Políticos clásico de la democracia representativa y suplantarlo por un mentado sistema de participación. Esto es, recurrir a un  sistema asambleístico permanente, cuya función principal sería de legitimación.

ii) Sería congruente con un estado de agitación permanente, agudizado por la pobreza y la inseguridad reinantes. Los métodos violentos, como los secuestros, serían funcionales a esta visión, porque desacreditan a las instituciones, y a  los partidos políticos, bases de este sistema.

iii) Interviene deliberadamente en las internas de los partidos tradicionales. En el partido liberal profundiza las diferencias entre el vicepresidente y los dirigentes de otras corrientes: BLL y EA quizás CM. Secuencialmente y según convenga, estimula a un candidato y frena a otro, y vuelve a repetir el ciclo, pero en sentido inverso y de acuerdo a la coyuntura.

iv)  Una prueba que conocemos: han ignorado o relativizado el Programa de Gobierno de la APC. Han preferido ser tipificados como “poder” sin programa ni rumbo, antes que asumir como propio lo que ellos mismos nos encargaron.  Esto no es casual. Señala que tenían y tienen su propia agenda y no es la que consensuamos. Esto de gran importancia porque revela que el engaño y la traición estaban desde el inicio.

3. La mirada desde la izquierda: en realidad no existe una sola izquierda, sino varias. Pero todas coinciden el algo: utilizan al jefe para llegar al poder por los votos. Legítimos si fuera posible y de los comprados si no fuera así. La cuestión es llegar y permanecer en el poder, y no importa cómo.

Posibles derivaciones:

i) Erosión del Poder Legislativo y control del Poder Judicial. Presionando, comprando o cancelando. Todo se justifica por la nobleza de la causa.

ii) Reformarán la Constitución y no importa la forma que adopten, buscarán el poder discrecional. Pero esta vez a los verdaderos líderes de la izquierda, que no es el “idiota útil”, sino “ellos”, los iluminados de la verdadera izquierda: LP, Aníbal, Ritcher,  y algún que otro campesino.

iii) Utilizan al jefe. Aunque él pueda creerse el jefe de la banda, creo que a la izquierda, el jefe le importa un bledo. No lo sabe o no lo cree, pero es prescindible y cuanto antes mejor. Así asumirían los verdaderos líderes.

4. La mirada patológica: no te extrañes, pero desde Stroessner hasta la fecha, todos nuestros presidentes estuvieron marcados por la patología. ¿Por qué éste no? Esta mirada es transversal y me exime de elaborar escenarios, excepto el sentirme medio tonto por haber colaborado.

5. Dudas a modo de conclusiones

·         Considero que lo más saludable sería que se cumplan los plazos constitucionales y entregar el poder en el 2013. Los atajos suelen ser peligrosos.

·         Pero no de cualquier forma: LP debe irse irremediablemente. El cajero debe ser suplantado.

·         La Policía debe ser controlada y depurada. Se están matando a familiares (mujeres) por sus internas.

·         Las FFAA deben fortalecerse. El poder civil no subsiste sin capacidad de obligar por la fuerza.

·         Los partidos políticos deben plantearse una lúcida y exigente autocrítica. Corren peligro de desaparecer.

·         Considerar seriamente la oportunidad del juicio político y situarlo en un contexto de viabilidad político-social.  Qué se va hacer después.

·         El lenguaje de algunos dirigentes de izquierda ha cambiado. Del estilo confrontacional y argel, pasan a ser educados,  parece que saben escuchar, da la impresión de que son razonables y respetuosos. Pero sólo en la forma. Aprendieron que espantaban a la gente con el lenguaje de antes, y ahora prueban –algunos de ellos- siendo amables, pero con los mismos objetivos: el Poder a como dé lugar.

·         Debemos pensar. Olvidamos que la reflexión sobre los fines del quehacer político, sobre los medios para alcanzarlos, y sobre las posibilidades y límites de las distintas situaciones políticas, constituye un factor intrínseco de todo proceso político. Basta de la sobrevaluada empiria de los “militantes” y del saber práctico de los “operadores”. Ahora hay que pensar de verdad, con decisión y con talento.

·         A veces se olvida lo difícil que es comprender la política, entre otras cosas, porque es una mezcla de cooperación y de conflicto. Sabemos que cuando se absolutiza el conflicto, la política se convierte en una permanente reyerta callejera. Se agota en sí misma e impide una convivencia armónica. En este contexto, todo el proyecto político es conquistar  y mantener el poder. Lejos de lo que pudiera ser un Proyecto Nacional. Esto pasa aquí y ahora. No podemos pasar de la faz agonal a la de cooperación. Es una lucha por la lucha misma y no por los contenidos.

·         El Parlamento se muestra crecientemente renuente a considerar los proyectos del Ejecutivo y no parece lejano el momento en que comience a rechazarlos solo por provenir de este.

·         Pareciera que el jefe sigue en campaña, sigue en la conquista del poder. Él todavía no ha llegado. Quiere más.  El problema: no sabemos qué y cuánto más quiere. Quizás por eso dejó que se instale la lucha entre grupos sectores sociales. Existe una creciente crispación y nos estamos polarizando.  Es posible que solo falte otra chispa y empezaremos a matarnos.

·         Todo esto tan perverso y ruin que no parece tener entidad real y no debería suceder … pero está pasando. Y lo peor es elegir ser un espectador. 


Luis Simancas - 13/11/09

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