lunes, 9 de septiembre de 2013

ESPERANZA Y PLANIFICACIÓN


ESPERANZA Y PLANIFICACIÓN


1.   ¿Devolver la Esperanza? ¿Por qué la Planificación?

Ambas tienen que ver con el futuro. Actualizan el futuro de distintas maneras:
donde no hay esperanza no hay estímulo para la planificación y donde no hay planificación no existe esperanza realista. La esperanza es el poder de la espera y la planificación el poder de realizar la espera.

2.   El futuro

2.1.      Esperanza y planificación se nutren del sufrimiento del hoy, del ahora. La planificación aparece en el plano de la acción en tanto que la esperanza contiene, soporta al sufrimiento.

2.2.      Ambas afirman que nuestra vida es una historia en donde lo real  y lo posible son categorías intercambiables. Confieren al futuro un sentido muy especial porque es el campo histórico donde se realiza la libertad del ser humano.


3. La planificación

3.1         Planificar es "tomar medidas preventivas de cara al futuro" (Haselhof,1964) y evita "caer de espaldas en el futuro" (Valéry).

3.2. La planificación guarda una relación dialéctica o de mutua implicancia con la historia: ante el avance de la historia, el ser humano se ve obligado a tomar medidas con el propósito de adaptarse a situaciones nuevas; pero éstas mismas medidas obligan a la historia a evolucionar en un sentido determinado. Por tanto, planificar es prever la influencia de nuestras propias acciones como elementos de conformación de futuro. Si planificamos Paraguay Jaipotava debemos prever las consecuencias -positivas  y negativas; deseadas y no deseadas- de nuestra acción.

3.2. Toda planificación culmina en una misma pregunta: ¿qué es en realidad lo que deseamos, esperamos y buscamos? Y siempre la misma respuesta: lo que nos hace sufrir, lo que nos torna insatisfechos.

4. La esperanza  

4.1. La esperanza puede ser entendida como un sentimiento subjetivo: esperar y no desanimarse.

4.2. La esperanza se da también cuando las medidas preventivas corren peligro de fracasar, en cuyo caso significaría valor para afrontar los riesgos, los riesgos de ser. Esto es real pero  parece insuficiente. La esperanza aparecería como nutriéndose de las migajas del destino y de la casualidad que caen alrededor de las planificaciones de futuro. Estaría en la categoría de los "imponderables" o de lo "imprevisto" y su campo específico serían los momentos imprevisibles de la historia.

4.3. Cuando decidimos tomar disposiciones en orden al futuro, suponemos "disponible" un futuro determinado, de modo que las medidas estarían sobredeterminadas por el grado de disponibilidad de ese futuro.

4.4. Pero la esperanza propiamente nace en una zona interhumana. En el ámbito de las interacciones humanas, de las relaciones personales, la esperanza presupone la diferencia y la libertad, en donde somos capaces de mostrar conformidad con el futuro del otro. Y ya no se refiere solo a un futuro que está a disposición de mis propias fuerzas sino más bien al futuro que puedo construir con otra persona o con toda la sociedad.

4.5. Si vinculamos la planificación del futuro con la esperanza del futuro, aparece con claridad la diferencia entre el presente y el futuro, no solo en lo que se refiere al origen sino principalmente en lo que respecta a la novedad de ese futuro.

4.6. ¿Cómo entender esa diferencia? Si es destino o casualidad es inútil la planificación. Pero la perspectiva cambia si creemos que tales factores no tienen que ver con el futuro y que éste es "posibilidad abierta". El futuro adquiere sentido no por lo imprevisible sino precisamente por lo nuevo que puede ofrecer y "eso nuevo" está en línea que separa lo posible de lo imposible. Lo nuevo aparece cuando se piensa "lo que no se había pensado" antes, cuando se descubre algo que no había sido descubierto y se encuentra algo que no se había encontrado. Eso nuevo es Paraguay Jaipotava, y por eso representa apertura de posibilidades, condición de futuro, búsqueda de la autorrealización, encuentro con la libertad.

4.6. ¿Cuál es el nexo entre la planificación y "eso nuevo" que es PJ? Sencillamente que no se podrá avanzar antes de estudiar las posibilidades de esa nueva realidad, las potencialidades de ese Paraguay que queremos, todavía ajeno a la mentalidad del presente.

4.7. ¿Qué tiene que ver la esperanza con ese nuevo Paraguay?
Todo. Ya que la esperanza nace ante la revelación de lo nuevo, y en el mismo momento de ser descubierto despierta la esperanza que coexiste con el sufrimiento, con la insatisfacción por lo que somos, comparado a lo que podríamos ser. ¿No es esto lo que nos pasó?

 4.8. La esperanza es exactamente lo contrario al fatalismo y al decisionismo, por eso funciona como un elemento que tiende a neutralizar los factores irracionales para diseñar, planificar una nueva historia que se llama Paraguay Jaipotava, centrado en la idea "Ñande mante jajapota" que nos ha cautivado.

4.9        Para los griegos la esperanza era un mal salido de la caja de Pandora, inducido en el espíritu humano para confundir y quebrar su orgullo. Para esta concepción el sentido de la verdad está en lo intemporal, en lo eternamente presente, pero no en la historia. Para los judeo-cristianos la verdad se halla en la intervención de Dios en la historia y por eso su actitud ante la verdad es la esperanza, en esa nueva realidad que ha de venir por el río de la historia, de la mano del Dios de las promesas.

4.10. Por eso también todas las cosas, todos los acontecimientos, todas las decisiones, sirven para el bien de los que aman a Dios, para los que viven en la esperanza y se atreven a posar su mirada en la promesa divina.

4.11. El futuro esperado no es "otro" simplemente porque es "nuevo", por  su "novedad" respecto del presente, sino porque también es el futuro de Dios. Pero esto no significa un destino ciego, como los que pretenden ser dueños de la historia, o que los cristianos mantengamos pasivamente la expectativa de un cumplimiento inexorable, sino que buscaremos activa y trabajosamente el Paraguay Jaipotava, intentando crear las condiciones para una nueva historia.


5. Conclusión: la pobreza que habla o ¿cuál es el sentido de las reuniones en las capillitas?

5.1. Mirar la realidad es mirar al pobre. No hay excusas. Pero hay que saber mirar con esperanza.

5.2. Grahan Green al comparar la miseria de Nápoles con la riqueza organizada  de Estocolmo decía: "Sentimos en la miseria algo así como el escalofrío de la esperanza, una esperanza y un futuro mejor que el presente. En la ciudad nórdica no sentimos más que indiferencia; ningún lugar para la esperanza, ya que el futuro está ahí. Esto es el millenium y el millenium no es más que esto".

5.3. El espíritu no tiene porqué alimentarse solo del sufrimiento del pobre (ver item 2.1). Pero habíamos dicho que el sufrimiento soporta a la esperanza. ¿Cómo salimos de este callejón sin salida aparente?

5.4. ¿Podría existir en la pobreza una vertiente maléfica y una benéfica? Pero ¿quién podría decirle a un pobre que su pobreza debe aniquilarlo? Sería negarle su capacidad humana, sin siquiera conocerlo. ¿Y quién se animaría a decirle a otro pobre que su pobreza lo enaltece? Sería creer en los beneficios de una pobreza involuntaria, dicha por los ricos. ¿Seguimos sin salida?

5.5. Ahora bien, la pobreza extrema, insoportable, puede convertirse en una fuerza de comunicación. Aunque no sabemos muy bien cómo funciona,  la pobreza comunicada, hablada, señala a un ser humano que me permite conocer su necesidad. ¿Qué otra cosa haremos en la capillas sino es conocer a quien nos muestra su necesidad?

5.6. Así la debilidad del pobre puede ser superada por el acercamiento del otro, de "muchos otros", para existir sin temor ni vergüenza, ni justificación, ni defensa. La pobreza permite existir a la verdad porque todo ser humano es en el fondo un "ser de necesidad". De algún modo el ser humano pobre, sin máscara, enseña al mundo cómo existir, sin pretenderlo.

5.7. Pero está la contrapartida del que se siente rico, a quien la debilidad  no le es permitida, porque no sabe pedir ayuda, porque no sabe hablar de su pobreza. Que utiliza el desprecio educado, la inteligencia y la generosidad para selectiva y alternativamente, marcar distancias con los pobres. El que así se sienta rico, se vuelve inhumano, no tanto por dureza del alma  como por ausencia de carencias.

5.8. ¿Y qué somos nosotros, los que estamos en esta reunión, sino pobres, porque sufrimos la necesidad de un Paraguay Jaipotava? Obispos, empresarios, especialistas en gestión, sacerdotes, teólogos, sociólogos, intelectuales, estamos aquí porque nos sentimos pobres y queremos un futuro mejor. Pero aprendimos a pedir, a ayudarnos los unos a los otros porque somos seres de necesidad, pobres que se realizan en la esperanza creadora de: "Ñande mante jajapota".  

Luis C. Simancas

Marzo de 1998



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