ESPERANZA Y
PLANIFICACIÓN
1.
¿Devolver la Esperanza? ¿Por qué la Planificación?
Ambas tienen que ver con el futuro. Actualizan el
futuro de distintas maneras:
donde no hay esperanza no hay estímulo para la
planificación y donde no hay planificación no existe esperanza realista. La
esperanza es el poder de la espera y la planificación el poder de realizar la
espera.
2. El futuro
2.1.
Esperanza y planificación se nutren del sufrimiento
del hoy, del ahora. La planificación aparece en el plano de la acción en tanto
que la esperanza contiene, soporta al sufrimiento.
2.2.
Ambas afirman que nuestra vida es una historia en
donde lo real y lo posible son
categorías intercambiables. Confieren al futuro un sentido muy especial porque
es el campo histórico donde se realiza la libertad del ser humano.
3. La planificación
3.1 Planificar es "tomar medidas
preventivas de cara al futuro" (Haselhof,1964) y evita "caer de
espaldas en el futuro" (Valéry).
3.2. La
planificación guarda una relación dialéctica o de mutua implicancia con la
historia: ante el avance de la historia, el ser humano se ve obligado a tomar
medidas con el propósito de adaptarse a situaciones nuevas; pero éstas mismas medidas obligan a
la historia a evolucionar en un sentido determinado. Por tanto, planificar es
prever la influencia de nuestras propias acciones como elementos de
conformación de futuro. Si planificamos Paraguay Jaipotava debemos prever las
consecuencias -positivas y negativas;
deseadas y no deseadas- de nuestra acción.
3.2. Toda planificación culmina en una
misma pregunta: ¿qué es en realidad lo que deseamos, esperamos y buscamos? Y
siempre la misma respuesta: lo que nos hace sufrir, lo que nos torna
insatisfechos.
4. La esperanza
4.1. La
esperanza puede ser
entendida como un sentimiento subjetivo: esperar y no desanimarse.
4.2. La esperanza se da también cuando
las medidas preventivas corren peligro de fracasar, en cuyo caso significaría
valor para afrontar los riesgos, los riesgos de ser. Esto es real pero parece insuficiente. La esperanza aparecería
como nutriéndose de las migajas del destino y de la casualidad que caen
alrededor de las planificaciones de futuro. Estaría en la categoría de los
"imponderables" o de lo "imprevisto" y su campo específico
serían los momentos imprevisibles de la historia.
4.3. Cuando decidimos tomar
disposiciones en orden al futuro, suponemos "disponible" un futuro
determinado, de modo que las medidas estarían sobredeterminadas por el grado de
disponibilidad de ese futuro.
4.4. Pero la esperanza propiamente nace
en una zona interhumana. En el ámbito de las interacciones humanas, de las
relaciones personales, la esperanza presupone la diferencia y la libertad, en
donde somos capaces de mostrar conformidad con el futuro del otro. Y ya no se
refiere solo a un futuro que está a disposición de mis propias fuerzas sino más
bien al futuro que puedo construir con otra persona o con toda la sociedad.
4.5. Si vinculamos la planificación del
futuro con la esperanza del futuro, aparece con claridad la diferencia entre el
presente y el futuro, no solo en lo que se refiere al origen sino
principalmente en lo que respecta a la novedad de ese futuro.
4.6. ¿Cómo entender esa diferencia? Si
es destino o casualidad es inútil la planificación. Pero la perspectiva cambia
si creemos que tales factores no tienen que ver con el futuro y que éste es
"posibilidad abierta". El futuro adquiere sentido no por lo
imprevisible sino precisamente por lo nuevo que puede ofrecer y "eso
nuevo" está en línea que separa lo posible de lo imposible. Lo nuevo
aparece cuando se piensa "lo que no se había pensado" antes, cuando
se descubre algo que no había sido descubierto y se encuentra algo que no se
había encontrado. Eso nuevo es Paraguay Jaipotava, y por eso representa
apertura de posibilidades, condición de futuro, búsqueda de la
autorrealización, encuentro con la libertad.
4.6. ¿Cuál es el nexo entre la
planificación y "eso nuevo" que es PJ? Sencillamente que no se podrá
avanzar antes de estudiar las posibilidades de esa nueva realidad, las potencialidades
de ese Paraguay que queremos, todavía ajeno a la mentalidad del presente.
4.7. ¿Qué tiene que ver la esperanza
con ese nuevo Paraguay?
Todo. Ya que la esperanza nace ante la
revelación de lo nuevo, y en el mismo momento de ser descubierto despierta la
esperanza que coexiste con el sufrimiento, con la insatisfacción por lo que
somos, comparado a lo que podríamos ser. ¿No es esto lo que nos pasó?
4.8. La esperanza es exactamente lo contrario
al fatalismo y al decisionismo, por eso funciona como un elemento que tiende a
neutralizar los factores irracionales para diseñar, planificar una nueva
historia que se llama Paraguay Jaipotava, centrado en la idea "Ñande mante
jajapota" que nos ha cautivado.
4.9 Para los griegos la esperanza era un mal salido
de la caja de Pandora, inducido en el espíritu humano para confundir y quebrar
su orgullo. Para esta concepción el sentido de la verdad está en lo intemporal,
en lo eternamente presente, pero no en la historia. Para los judeo-cristianos
la verdad se halla en la intervención de Dios en la historia y por eso su
actitud ante la verdad es la esperanza, en esa nueva realidad que ha de venir
por el río de la historia, de la mano del Dios de las promesas.
4.10. Por eso también todas las cosas,
todos los acontecimientos, todas las decisiones, sirven para el bien de los que aman a Dios, para los que viven en la esperanza y se atreven a posar su mirada
en la promesa divina.
4.11. El futuro esperado no es
"otro" simplemente porque es "nuevo", por su "novedad" respecto del presente,
sino porque también es el futuro de Dios. Pero esto no significa un destino
ciego, como los que pretenden ser dueños de la historia, o que los cristianos
mantengamos pasivamente la expectativa de un cumplimiento inexorable, sino que
buscaremos activa y trabajosamente el Paraguay Jaipotava, intentando crear las
condiciones para una nueva historia.
5. Conclusión: la pobreza que habla o
¿cuál es el sentido de las reuniones en las capillitas?
5.1. Mirar la realidad es mirar al
pobre. No hay excusas. Pero hay que saber mirar con esperanza.
5.2. Grahan Green al comparar la
miseria de Nápoles con la riqueza organizada
de Estocolmo decía: "Sentimos en la miseria algo así como el
escalofrío de la esperanza, una esperanza y un futuro mejor que el presente. En
la ciudad nórdica no sentimos más que indiferencia; ningún lugar para la
esperanza, ya que el futuro está ahí. Esto es el millenium y el millenium no es
más que esto".
5.3. El espíritu no tiene porqué
alimentarse solo del sufrimiento del pobre (ver item 2.1). Pero habíamos dicho
que el sufrimiento soporta a la esperanza. ¿Cómo salimos de este callejón sin
salida aparente?
5.4. ¿Podría existir en la pobreza una
vertiente maléfica y una benéfica? Pero ¿quién podría decirle a un pobre que su
pobreza debe aniquilarlo? Sería negarle su capacidad humana, sin siquiera
conocerlo. ¿Y quién se animaría a decirle a otro pobre que su pobreza lo
enaltece? Sería creer en los beneficios de una pobreza involuntaria, dicha por
los ricos. ¿Seguimos sin salida?
5.5. Ahora bien, la pobreza extrema,
insoportable, puede convertirse en una fuerza de comunicación. Aunque no
sabemos muy bien cómo funciona, la
pobreza comunicada, hablada, señala a un ser humano que me permite conocer su
necesidad. ¿Qué otra cosa haremos en la capillas sino es conocer a quien nos
muestra su necesidad?
5.6. Así la debilidad del pobre puede
ser superada por el acercamiento del otro, de "muchos otros", para
existir sin temor ni vergüenza, ni justificación, ni defensa. La pobreza
permite existir a la verdad porque todo ser humano es en el fondo un "ser
de necesidad". De algún modo el ser humano pobre, sin máscara, enseña al
mundo cómo existir, sin pretenderlo.
5.7. Pero está la contrapartida del que
se siente rico, a quien la debilidad no
le es permitida, porque no sabe pedir ayuda, porque no sabe hablar de su
pobreza. Que utiliza el desprecio educado, la inteligencia y la generosidad
para selectiva y alternativamente, marcar distancias con los pobres. El que así
se sienta rico, se vuelve inhumano, no tanto por dureza del alma como por ausencia de carencias.
5.8. ¿Y qué somos nosotros, los que
estamos en esta reunión, sino pobres, porque sufrimos la necesidad de un
Paraguay Jaipotava? Obispos, empresarios, especialistas en gestión, sacerdotes,
teólogos, sociólogos, intelectuales, estamos aquí porque nos sentimos pobres y
queremos un futuro mejor. Pero aprendimos a pedir, a ayudarnos los unos a los
otros porque somos seres de necesidad, pobres que se realizan en la esperanza
creadora de: "Ñande mante jajapota".
Luis C. Simancas
Marzo de 1998
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